Durante años los hogares que se podían permitir el lujo de contar con asistentes domésticos, y en los pocos casos que formalizaban la relación laboral con contratos, lo hacían bajo un régimen especial y casi siempre con "trucos" para pagar menos a la Seguridad Social por el trabajador. En consecuencia, estos trabajadores necesitaron una ayuda económica del estado conocida como 'complementos de mínimos', para recibir la cuantía fijada; dinero financiado en su inmensa mayoría por las cotizaciones sociales.Ahora, cotizarán como los *demás.
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