Cinco de los catorce pasajeros conducidos en taxi por el primer ministro noruego, el laborista Jens Stoltenberg, y grabados con cámara oculta fueron contratados de antemano por una agencia de publicidad con el objetivo de aparecer en un vídeo del Partido Laborista, informó la jefa de comunicación de su partido. Esos pasajeros desconocían, sin embargo, que quien los iba a recoger en taxi era el primer ministro; recibieron 500 coronas noruegas (64 euros).
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