La temperatura excesiva en el interior del vehículo afecta negativamente a la conducción de manera similar a como lo hace el alcohol --con una temperatura de 35 a 40 grados en el interior del vehículo, el conductor estaría afectado para la tarea de conducir como si tuviese una tasa de alcoholemia de 0,8 g/l, no percibiría el 15 por ciento de las señales y aumentaría su tiempo de reacción--, según ha informado la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE).
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