Contó, por ejemplo, una vieja broma del bloque del Este sobre un disidente que estaba a punto de ser enviado a un campo de trabajo en Siberia. Puesto que sabía que sus cartas serían censuradas, explicó a sus amigos que las escribiría usando un código simple: tinta azul para la verdad, roja para las mentiras. Llega su primera carta y es un resumen idílico de su vida en el campo: un apartamento adorable, gran comida, hermosas mujeres. Hasta que concluye: «lo único que no podemos conseguir es tinta roja»… [Sigue en el primer comentario]
|
etiquetas: žižek , filosofía , teoría política , discurso , wall street