Díganme si no es un aciago destino el del periodista que se ve obligado a vincular para siempre su talento literario o su pensamiento elaborado a la trayectoria de políticos mediocres. En el periodismo español las mejores palabras, las más limpias, están secuestradas por la política. Es una maldición.
|
etiquetas: periodistas , periodismo , politicos , comunicación , vicent