Desde que me quedé en el paro había encontrado en la asistencia como público a programas de televisión un buen sobre sueldo con el que costearme los gastos. Existen agencias que se dedican eso. Los programas las contratan y así se aseguran tener público siempre, aunque de pago. Confieso que me acostumbré a sacarme unos pavos por sentarte en la tribuna del público de un plató. Incluso te daban de comer.
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