Al mismo tiempo que en suelo ucraniano siguen los combates, hay otro escenario donde se libra una lucha sin cuartel: el de la propaganda. Tradicionalmente, Rusia ha sido un alumno aventajado en este campo y el último ejemplo lo ha desvelado una información conjunta de varios medios de Alemania, Suecia, Francia, Noruega y Dinamarca. En ella se muestra que los servicios secretos rusos están organizando o infiltrándose en manifestaciones en distintas ciudades europeas, con el objetivo de trasladar a la opinión pública su mensaje propagandístico.
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