El hijo del guionista Daniel Radosh trajo una hoja de permiso que su padre debía firmar para poder leer en clase Farenheit 451, una obra considerada blasfema por fundamentalistas cristianos de EEUU "¡Me encanta esta carta! Qué manera maravillosa de introducir a los estudiantes al tema de Fahrenheit 451 demostrándoles que los libros son tan peligrosos que las instituciones de la sociedad - escuelas y padres - deben estar dispuestos a trabajar en equipo para evitar que lean uno."
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