La Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento no debería haber accedido en ningún caso a que una empresa privada pagara la copa de Navidad ofrecida a alrededor de 350 trabajadores, convocada por el propio organismo y organizada además en un enclave privilegiado como el monasterio de Santa Clara. Se ha sembrado un manto de sospecha innecesario sobre un organismo que, además, concentró todo tipo de leyendas durante etapas para el olvido.
|
etiquetas: urbanismo , sevilla , empresa privada