ZiL fue una de las empresas más interesantes de la Unión Soviética. Durante décadas allí se llegaron a producir los vehículos con mejores acabados para las élites del Estado. Sin embargo, la producción de limusinas se detuvo en 1999, y a principios del año 2000 debido al cese, las élites decidieron reemplazarlos por Mercedes alemanes. Desde 2007 se reanudó la producción, pero los números ya no son los mismos que antes. ¿Cuáles son sus secretos y qué les depara el futuro? [Nota del meneante: Al final del reportaje hay gato]
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