Resulta tan incómoda la convivencia en la localidad en la que está destinado por la presión de la izquierda ‘abertzale’ que este guardia civil pone dos condiciones a ‘El Independiente’ para relatar en primera persona cómo es su día a día: no revelar su verdadera identidad ni precisar el nombre del municipio navarro en la que presta servicio. Carlos (nombre simulado) cuenta los días para cumplir los tres años y poder solicitar de forma preferente otro destino, alejado de esa minoría excluyente que busca la expulsión del Cuerpo del País Vasco y N
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