No sentarse con Junqueras, que es el principal, es perder oportunidades y otorgar ventaja a la otra parte. Si Sánchez se siente valiente y decidido, motor de la historia, tendría que ir a fondo, sin protegerse en burladeros aparentes. Los indultos por utilidad pública no son coherentes con excluir a Junqueras de la negociación. Si quieren beber el cáliz, agoten el contenido.
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