Crónica de dos días en Sónar en las antípodas del moderno alimentado por la química y de la participación gonzo para responder la pregunta de todas las preguntas: ¿se puede resistir? Sí, se puede.Un experimento: vivir dos días completos de Sónar, con sus noches hasta el final, sin usar drogas. Verlo con ojos lúcidos, como si fuera un análisis diferencial de gran complejidad. Actitud anti-gonzo: no somos los protagonistas, sino lo que ven nuestros ojos. Una mirada distinta a un Sónar épico.
|
etiquetas: sónar .drogas , crónica , electrónica