"Fueron condenados al silencio, pero ahora las piedras hablarán por ellos", ha dicho Giuseppe Silvestre, exrector a la Universidad palermitana, que actualmente ocupa los locales que fueron de la cárcel. Se abrirán al público esta primavera, una vez restaurados. "La prisión será museo de sí mismo, memoria de las víctimas de la opresión de cualquier época".Las celdas y los numerosos grafitis. Son mensajes resignados, desesperados, piadosos, rabiosos e incluso irónicos que los reos pintaron durante su encarcelamiento.
|
etiquetas: historia