Hasta la fecha, se habían conseguido dispositivos OLED que podían doblarse, es decir, eran flexibles hasta un punto máximo de rotura pero que, en definitiva, no podían estirarse sin romper la estructura. De hecho, este fue el primero de los retos del equipo de investigación: conseguir un electrodo que mantuviese sus propiedades conductoras intactas tras la deformación del material.
|
etiquetas: diodo , luz