Si tomamos en cuenta el lapidario informe del Banco Mundial de este mes, vemos que el panorama no puede ser más sombrío. Las inyecciones a la banca no crean ningún estímulo económico y sin embargo obligan al gobierno a hacerse cargo de la enorme carga de deuda del sistema financiero.. Estos datos dejan bastante en claro que los precios seguirán en descenso dado que la economía se enfrenta a un fuerte proceso de contracción producto de las políticas (abiertamente procíclicas) impuestas por la troika.
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