“Desde España pueden seguir mirando el ejemplo portugués como un triunfo de las políticas de izquierdas, pero la realidad es exactamente la contraria. Se ha reducido la deuda, al mismo tiempo que se ha hecho lo mismo con la inversión pública. Por supuesto: al aumentarse la presión fiscal sobre las rentas del trabajo y los impuestos indirectos, la recaudación aumenta, pero no ha existido reinversión ni mejora en los servicios. Se ha atraído capital al convertir el país en un paraíso para ricos y rentas altas: el turismo nos ha ayudado. Es todo"
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