Cada noche, en las calles de Barcelona, cajeros, bancos, soportales y esquinas más o menos tranquilas sirven de refugio para cerca de mil personas. Arrels Fundació lleva desde 1987 acompañando a estas personas sin hogar en su camino hacia la autonomía. Tienen sede en el barrio barcelonés de El Raval y su último proyecto experimental es un piso de 80 metros cuadrados diseñado para que el proceso de salir de la calle y volver a tener un hogar sea lo menos traumático posible. Se llama Pis Zero, está en el casco antiguo de Barcelona y ha sido final
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