La verdad es que es muy curioso volar de Asia a América cruzando la línea del cambio de fecha. Yo lo hice una vez volando de Tokio a Chicago. Salí de día, pasamos la noche y aterrizamos ya por la tarde, del mismo día en que había salido.
Que paradoja, la vuelta al mundo tarda lo mismo se haga en el sentido que se haga, otra cosa es que las convenciones horarias hagan creer que ha durado menos en un sentido que otro.