¿Para qué sirve la ONU? ¿Para fabricar humo o declaraciones inútiles ya desde antes de nacer? ¿Para dar pábulo a tiranos que con su prepotencia y soberbia ponen en jaque al mundo entero? ¿Para sancionar arbitrariamente a terceros en función del provecho que esperen obtener los países más poderosos? Gadafi estuvo en lo cierto al denunciar, durante su alocución en el púlpito de la Asamblea de la ONU, lo antidemocrático e injusto que es la existencia de un Consejo de Seguridad, cuyos miembros con poder de veto hacen y deshacen a su antojo.
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