Un domingo por la noche, en plena calle Dato de Vitoria, el hijo de un alavés, presidente de una federación deportiva alavesa, miembro de un partido devoto del iluminado Sabino Arana, le pegó una paliza a mi hijo Antón y después, ante sus correligionarios, le orinó encima.
|
etiquetas: pablo mosquera , unidad alavesa , vitoria , país vasco