Se podría dividir el mundo en dos grandes grupos de personas: los que admiran a los culturistas y los que sienten ascopena por estos seres hipertrofiados. Teniendo en cuenta que el primer grupo está casi exclusivamente formado por los propios estajonavistas del músculo, podemos afirmar que el resto asistimos con divertida estupefacción a la obsesión de los body builders por esculpir una coraza muscular a golpe de pesas y anabolizantes.
|
etiquetas: culturismo , exageración , sociedad , gimnasio