Los terrenos en los que residía esta familia pertenecen al obispado de Cádiz, desde que le fueron cedidos por la señora Carolina Montes hace más de un siglo. Así lo asegura Rafael Lara, yerno de la mujer desahuciada, que sostiene que desde el obispado "ni siquiera se han dignado a hablar con nosotros, sino a cerrar las puertas y echarnos".
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