Es posible volver a dar a la catedral de Notre-Dame un aspecto idéntico al que tenía. Pero no será el mismo. El original se perdió. Estaremos falseando la historia de la Catedral. Ejemplos: Sabemos cómo eran los brazos de la Venus de Milo, porque están documentados. Pero no se nos ocurre ponerle esos brazos de nuevo a la escultura. Porque perdió los brazos y esto es parte de su historia. Tampoco reponemos la nariz a la esfinge de Giza, a pesar de que no sería muy difícil hacerlo, porque el monumento perdió su nariz y es parte de la historia.
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