Las fruterías esconden la historia de la humanidad. Si una persona pide, por ejemplo, mandarinas, está utilizando una palabra acuñada por los comerciantes portugueses que se adentraron por el mar de la China Meridional en el siglo XVI. Para aquellos exploradores ibéricos, los mandarines eran los burócratas de la China imperial, formados bajo las enseñanzas de Confucio. Como vestían ropas anaranjadas, las frutas de ese color también recibieron el nombre de mandarinas. Sin embargo, la historia de las mandarinas empezó mucho antes, según relata el
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La palabra naranja viene del persa, que era la forma en la que ellos llamaban a una especie de naranja amarga que luego fue sustituida por las naranjas dulces que trajeron los portugueses. En farsi se sigue usando el "naranshi" de forma residual para el color, pero es mucho más común el "portokaal"
En los idiomas nórdicos, naranja de fruta es apelsin, literalmente "Manzana de china". Para naranja de color usan derivados de la palabra "orange"
Es decir, todas las clementinas son mandarinas
"Las fruterías esconden la historia de la humanidad." Solo por esta frase, dan ganas de no leer el artículo. ¿Cómo se puede ser tan memo?
Demostración empírica de lo que digo:
"Los billetes y monedas esconden la historia de la humanidad".
"El ADN esconde la historia de la humanidad"
"La ingeniería esconde la historia de la humanidad"
"La gastronomía esconde la… » ver todo el comentario