Las manifestaciones multitudinarias surgidas a raíz del 15 de mayo de 2011 fueron una buena muestra de que el descontento hacia las instituciones políticas y el sistema económico se ha generalizado. Contagiados del efecto de la revolución árabe y de las protestas griegas, en España comenzamos lo que pudo haber sido el principio de una crisis institucional que realmente ponga en peligro los cimientos de esta democracia vigilada . Sin embargo, aún estamos lejos del
#spanishrevolution.