Por supuesto no hay rastro de un piso en la urbanización Hacienda del Sol, a escasos kilómetros de Puerto Banús, en Marbella, que pasó a pertenecer a su exmujer María José Portela cuando se divorciaron. Ni del chalet en la urbanización madrileña de Conde de Orgaz. Tampoco hay rastro de la propiedad que Blesa tenía en Miami, donde se gestó su amor con Gema Gámez. A pesar de ser un gran aficionado a la caza y al campo, Blesa no tenía a su nombre ninguna finca rústica.
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