Los peces de mar,al contrario que los de río, sí beben. Y lo hacen por la misma razón por la que los de río no lo hacen. Los peces de río, al tener sus fluidos corporales mayor concentración osmótica que la que tiene el agua dulce, corren el riesgo de que les entre demasiada agua y lleguen, casi literalmente, a explotar. Por eso no deben agravar el problema bebiendo. Y a los de mar les pasa lo contrario, corren el riesgo de que les salga demasiada agua y lleguen a deshidratarse. Lo que a los de río les sobra, les falta a los de mar.
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