Un grupo de ladrones que había asaltado las instalaciones de una ONG dedicada a ayudar a víctimas de delitos sexuales se arrepintió y devolvió lo robado (dinero, 7 ordenadores y otros objetos de valor) al enterarse de la labor social que realiza la agrupación. Al día siguiente el botín estaba fuera, en un carrito de supermercado, con la siguiente nota: “No teníamos idea de lo que estábamos tomando. Aquí están sus cosas de regreso. Esperamos que ustedes puedan continuar marcando diferencia en la vida de las personas. Que Dios los bendiga”.
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