Señores, llegó la TDT. Bueno, no a toda España. Ya hemos visto en la tele pequeños pueblos donde se han quedado sin la tele analógica y aún no reciben los nuevos canales, condenando a sus habitantes a hacer cosas tan antiguas como hablar entre ellos o leer libros. Con los treinta y pico canales que todos tenemos, es mucho más entretenido hacer zapping: ahora tardamos cinco veces más en decir cosas como “que asco de tele, nunca ponen nada”. Es el momento ideal para analizar la programación de tanto canal nuevo ahora que la cosa “va en serio”...
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