(C&P) Cuando alguien sueña, desea, practica y le pone la voluntad suficiente a su afición, no es necesario que tenga el dinero de una gran productora para lograr resultados que compitan cara a cara con ellos. Éste es el caso de de Tete que, prácticamente aparecido de ninguna parte, ha revolucionado el mundillo de NicoNico Douga con este desternillante (a la vez que frenético) corto de animación.
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