"Cuando llegó Abramovich al Chelsea, nadie se cuestionó nada. Cuando compraron al Newcastle, nadie dijo nada. ¿Les importa a los aficionados? Es una obviedad saber de donde viene el dinero. Todos lo sabíamos y nadie se cuestionó nada". Para acabar con su reflexión, el técnico del Liverpool mandó un mensaje final. "Hemos aceptado este tipo de situaciones sin decir nada. No es culpa del Chelsea, es culpa de la sociedad. Ahora queremos castigar lo que hemos estando obviando durante los últimos años".
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