La acusada, de 36 años y nacionalidad paraguaya, alega que no podía abandonar su puesto de trabajo y que se limitó a seguir las normas establecidas. “Me quedé a la espera de que se me avisara por el TETRA si me requerían”, ha insistido una y otra vez la facultativa, que se encontraba durmiendo cuando fue requerida por la enfermera, quien le dijo que había una persona en la puerta alertando de que su familiar se estaba muriendo. La médico solo le preguntó si había avisado al 112 y siguió descansando al obtener una respuesta afirmativa.
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