«La mujer jugaba de igual a igual al ajedrez, y muchas veces como en el caso de este libro, hasta derrotar a sus adversarios del otro sexo, una situación que habrá de cambiar radicalmente en la Edad Moderna. En Las mil y una noches queda claro que, mientras ellos suelen caer en las redes del amor (olvidando lo que sucede dentro del tablero), ellas logran concentrase en el juego»
|
etiquetas: ajedrez , las mil y una noches