En el México prehispánico, el jaguar era sagrado; ahora representa un dilema entre los ganaderos que lo persiguen y los conservacionistas que quieren salvarlo. La distribución del jaguar en México, según el gobierno, comprende la vertiente del Pacífico desde Sonora hasta Jalisco, y dos zonas de Michoacán y Oaxaca. Por la vertiente del Golfo, se contrajo al este de Monterrey y hasta el norte de Querétaro. Foto de Patricio Robles Gil
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