La empresa agroalimentaria Agrovalle, ubicada en Mallén, ha cerrado en menos de un año tras cobrar subvenciones millonarias e hipotecar el suelo que le vendió el Ayuntamiento por 80 veces el precio que pagó. La firma ha presentado un concurso de acreedores y ha dejado en la calle a 97 personas, aunque desde la Administración se insiste en que hay "conversaciones avanzadas" para encontrar un comprador que siga adelante con el proyecto.
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