Supongamos que esta noche, Rajoy, iluminado y aconsejado por el Apóstol Santiago en agradecimiento a la entrega personal y repetida del Códice Sixtino, inesperadamente convoca elecciones generales para dentro de dos meses. ¿Qué ocurrirá? ¿Tropezarán todos los partidos en la misma piedra de la obstinación? Quizás no.
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