El Dacia no solo era un vehículo construido en un país comunista, era el símbolo de la independencia de Rumanía, que con su industrialización desafió los planes que Moscú tenía para ella: ser el granero del mercado común socialista. Un documental poco conocido, pero realmente original, repasa a través del fetiche de este coche testimonios de rumanos que recuerdan las consecuencias del paso del socialismo a la democracia
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etiquetas: rumania , transicion
Ya que es en Rusia donde se encuentran la mayoría de yacimientos mineros y debían distribuir fábricas en estados de la periferia de la URSS, cuando hubiera sido más eficiente centralizar todo en Rusia...
De echo eso fue lo que provocó la caída de la URSS, cuando la Perestroika se comenzó a mirar solo el dinero y los números decían que era más "rentable" la desaparición de la unión.
Cuando la gente habla de que la URSS eran… » ver todo el comentario