Las dos arqueólogas que la pasada semana excavaban la tumba número 35 de la Pobla medieval d'Ifac ya especulaban con que quizás el esqueleto que desenterraban con mimo fuera el de una mujer, el de la segunda hallada hasta ahora en esta necrópolis del siglo XIV. Pues sí. Y no ha habido que esperar al análisis antropológico. El esqueleto pertenece a una mujer que murió embarazada. Entre sus piernas, se ha encontrado un feto. La madre falleció cuando estaba de siete u ocho meses. Ya enterrada, expulsó el feto.
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