La cuna de la democracia se ha convertido en la tumba del bienestar. Mantener esa afirmación tal vez sea exagerar un poco dejándose llevar por toda la corriente de incesantes titulares alarmistas sobre la situación de la economía de Grecia. No obstante, el malestar entre las clases populares del país heleno es evidente. Tras meses de violentas protestas, la última muestra de indignación es el llamado ‘Den Pliróno’, que podría traducirse por algo así como “Yo no pago”.
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