"Hay un malestar evidente", tanto en la dirección nacional del PP como en la gestora del partido en Madrid, con el "desgaste" al que está sometido Toni Cantó desde que Isabel Díaz Ayuso le nombrara director de la Oficina del Español. Lo que de puertas para fuera se vende como un 'gesto' de la presidenta a Cantó, dentro del PP se considera como una "humillación" para el ex dirigente de Ciudadanos. Todo ello porque "ocupa un puesto inventado y de poca relevancia" que, además, le "expone mediáticamente" por "sus críticas a cargos de este tipo".
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