Cookie desaparece en Marzo de 2013 de la ciudad francesa de Grasse. Su dueña trata desesperademente de encontrale por todos los medios a su alcance pero finalmente desiste y regresa a su domicilio en Calvados. Año y medio más tarde recibe una llamada, era un veterinario de una ciudad cercana, Orbec, para decirla que una mujer le había traído un gato sucio y enflaquecido pero que gracias al microchip había podido identificarlo como Cookie. De alguna manera, entre Marzo de 2013 y Agosto de 2014, el gato había recorrido 1.116 km.
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