Las ideas de Vox llevan ya unos años infectando el sentido común de una parte de la población, normalizando unos odios y unos supremacismos que, hasta ahora, tan solo defendían sin vergüenza grupos marginales de extrema derecha y cuñados insolentes en Nochebuena, y que ahora vemos en prime time en todos los medios y en las instituciones cada día. Quizás en otras circunstancias, este partido recupere terreno perdido. Todo dependerá de múltiples factores en un futuro, pero hoy toca analizar el hostiazo del domingo.
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