Los investigadores del Instituto de Investigaciones Robóticas de Toshiba en Akimu intentaban crear un robot que simulara aprecio por otras formas de vida. Los éxitos iniciales en el experimento animaron a los investigadores a perfeccionar su creación añadiendo más y más rutinas que acabaron convirtiendo a la máquina en el acosador sexual en potencia de una de las investigadoras.
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