Como cientos de miles de jóvenes, Jesús Pesquero Peñas dejó el colegio para empezar a trabajar cuando la economía española estaba en auge. Pero desde que le despidieron de su trabajo en la construcción hace dos años, ha estado viviendo del subsidio de desempleo. Ahora el señor Peñas forma parte de una generación perdida en España, donde la tasa de desempleo entre jóvenes de 16 a 24 años es del 42.9 por ciento, la más alta de Europa, y más del doble que el índice nacional.
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