El banco holandés ING hizo fortuna al introducirse en España como “tu otro banco”. En un país en el que los vínculos con el banco son más sólidos que con tu cónyuge la única forma de abrirse hueco es recurrir a una “promiscuidad financiera consentida”. La estrategia de incursión del budismo en el mercado de almas occidental guarda más de un paralelismo con la de ING. Más allá del color corporativo (para los budistas el naranja simboliza el grado supremo de perfección) el budismo es compatible con casi cualquier otra fe.
|
etiquetas: budismo , promiscuidad religiosa , religiones , ing