El equipo de la British Antartic Survey, perforó 900 metros de hielo al sureste del mar de Weddell, en la plataforma Filchner-Ronne. Allá abajo, a 260 kilómetros del mar abierto, en la más absoluta de las oscuridades y a una temperatura de -2,2 grados, los investigadores se dieron de bruces con estas especies (aparentemente) desconocidas adheridas a las rocas del fondo marino.
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