Uno de los mas siniestros personajes de la historia de España, el macabro cura de Ocaña tenía una debilidad: ir a la carcel a dar el tiro de gracia a los condenados a muerte durante la guerra civil, a veces los remataba a martillazos en la cabeza, sentía especial predilección por los rojos. Miguel Hernandez, una de sus víctimas, le dedicó un poema en sus ultimos dias en prisión antes de ser ejecutado por el bando golpista-catolico.
|
etiquetas: cura , iglesia , pp , franco , fascismo , rouco , ratzinger , ocaña