Ocurrió este sábado en Montpellier, Herault, Francia. La pareja estaba divorciada pero vivía junta. Al parecer la mujer ha confesado ante la policía que drogó a su exmarido con un cóctel de insulina y Xanax para, una vez inconsciente, quemar sus partes íntimas con la ayuda de un aerosol. El exmarido se encuentra en coma y se teme por su vida. Ella será acusada de intento de homicidio y de torturas. Al parecer, ella quiso vengarse de años de maltratos pero que nunca llegó a denunciar.
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