Hubo un tiempo en que Dexter molaba hasta el punto de ser una serie discutida, troceada y parodiada en internet. Desde entonces, se ha ido sumergiendo en la indiferencia a cada nuevo episodio, hasta el punto de eclipsarse tras esta octava temporada sin importarle a casi nadie. La gran diferencia con Breaking Bad es sencilla: en Dexter, los guionistas toman al espectador por un idiota. Pero no es demasiado tarde para devolverles la pelota: el próximo domingo 22, hagamos huelga de torrents caídos. -CONTIENE SPOILERS-
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